

El esquema ilustra una configuración de planta típica de viviendas medianas o grandes distribuidas en varios niveles. En estos casos, las necesidades de agua caliente sanitaria (ACS) se satisfacen a través de un sistema de producción centralizado con acumulación, que garantiza un mayor rendimiento en comparación con los sistemas de producción instantánea.
La producción de ACS se confía a un hervidor sanitario, alimentado por una caldera, capaz de elevar la temperatura del agua por encima de los 65 °C. La temperatura de distribución se regula mediante una válvula mezcladora termostática (TMV), que garantiza el suministro a temperatura constante y protege contra las quemaduras.
La distribución del agua caliente y fría sanitaria (ACS y AFS) es de tipo colector, con presencia de colectores principales dotados de interceptaciones generales e individuales, que alimentan en derivación los terminales de los distintos locales (baños, cocina, lavandería).
Este tipo de esquema permite una gestión modular y un mantenimiento fácil para cada grupo de usuarios y una optimización de las rutas y una presión equilibrada en varios niveles.
Dado que las distancias entre el hervidor y los puntos de uso pueden ser significativas, se implementa un circuito de recirculación del ACS que garantiza tiempos rápidos de suministro de agua caliente y mantiene la temperatura estable cerca de los puntos de uso.
La presencia combinada de hervidor (>65 °C), mezclador termostático y recirculación continua hace posible la desinfección térmica de la red sanitaria, útil para contrarrestar la proliferación de legionela. Esta operación debe realizarse manualmente, durante períodos de inactividad (por ejemplo, nocturnos o de ausencia), para evitar riesgos de quemaduras al usuario.